La moda es una industria que siempre está buscando innovar y adaptarse a nuevas tendencias y tecnologías. Por esto, marcas y diseñadores llevan un tiempo explorando el potencial de los NFT y la Web3 para crear y vender productos digitales exclusivos, que pueden tener diferentes usos y beneficios. Los NFT de moda pueden servir, por ejemplo, para crear colecciones virtuales que se pueden lucir en plataformas digitales como videojuegos, redes sociales o mundos virtuales.

Solo durante el mes pasado se lanzaron innovadores proyectos de moda NFT y Web3 de la mano de reconocidas marcas mundiales: como la colaboración de Nike con Fortnite o el primer baúl digital de este tipo de Louis Vuitton.

Otras importantes marcas de moda están embarcadas en profundas transformaciones digitales: la semana pasada Ralph Lauren publicó un trabajo para un diseñador creativo digital senior para Polo Women’s, con un rango de salario de $80,000 a $171,000 anuales, mientras Hugo Boss busca convertirse en una “plataforma de moda impulsada por la tecnología”, por lo que está invirtiendo 15 millones de euros en un campo de datos.

Según Allied Market Research, se estima que la industria mundial de la ropa digital alcanzará los $4.800 millones de dólares para 2031, un paso significativo frente a los casi $500 millones de dólares que generó en el 2021.

Desde Chile no somos indiferentes a este fenómeno. Nicolás Mladinic, Asesor Sectorial de Economía Creativa de Corfo, ganó el concurso de fashion digital “Drift Car Race”, una de las tantas competencias organizada por Fashion AI, una comunidad y agencia creativa con más de 20 mil seguidores en LinkedIn. El concurso reúne a innovadores, diseñadores y desarrolladores de moda para explorar las posibilidades de las tecnologías generativas AI, moda digital y la Web3.

¿El premio? La impresión del diseño creado con inteligencia artificial a cargo de PhygitalTwin, un estudio de diseño sostenible y marketplace electrónico del Reino Unido. Usando un activo digital en 3D, pueden crear producciones a pedido, skins para videojuegos, pruebas virtuales y contenido inmersivo. Con este modelo logran reducir las devoluciones y el desperdicio con el que comúnmente se asocia a la industria de la denominada fast fashion.

“Fue una enorme sorpresa cuando me enteré. Fueron más de 100 fotografías digitales por las cuales se podía votar, todas muy distintas entre sí. Ya me junté con la organización y la empresa a cargo de la impresión para ajustar los últimos detalles. No es fácil el proceso porque ellos tienen que tomar una imagen 2D, darle una representación 3D, para después pasar a una matriz, que finalmente será impresa en una Kornit directamente a la tela, para posteriormente confeccionar el traje con productores locales. Tener la posibilidad de aprender y ser parte del proceso es lo que me tiene más contento de este premio”.

Foto ganadora: