Durante la década pasada, el desarrollo de la economía creativa ha sido adoptado como objetivo por el Estado Chileno. Tanto la institucionalidad de fomento productivo −con Corfo en competitividad y ProChile en exportaciones− como el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio como contraparte sectorial en Cultura, han implementado unidades administrativas, planes e instrumentos de apoyo dedicados al sector creativo. En los últimos cinco años, la coordinación entre estas agencias y su articulación con el ecosistema del sector creativo ha sido facilitada por el Programa Chilecreativo.

La actual crisis sanitaria ha intensificado los desafíos estructurales de la economía creativa en América Latina (condiciones de vida inestables de artistas y trabajadores, debilitado ecosistema creativo y cultural, y regulación jurídica desactualizada) y a la vez ha generado nuevos problemas, como una baja prioridad del sector en los esfuerzos de recuperación y disrupción de las relaciones con donantes y patrocinadores tradicionales. Esto, ha causado una caída en la inversión privada en el sector junto con el empeoramiento y disminución del acceso a la cultura en comunidades vulnerables, además de la pérdida de personal calificado y de talentos jóvenes, especialmente artistas, solo por nombrar algunos efectos.

La cooperación técnica con el BID busca afrontar estos desafíos con una visión estratégica, renovando la estrategia de fomento productivo del sector creativo en Chile, a través de los siguientes puntos que serán  liderados por el Programa Chilecreativo: (i) la generación de una nueva cartera de proyectos público-privados (Hoja de Ruta 2.0 del programa); (ii) el diagnóstico de nuevos actores, desafíos y oportunidades para el sector; (iii) el diseño de un piloto de instrumento de fomento; (iv) el diseño e implementación de un sistema de monitoreo y evaluación de la Hoja de Ruta 2.0 y (v) la documentación del proceso de elaboración y ejecución de la hoja de ruta inicial.

Chilecreativo comenzó a implementar su actual Hoja de Ruta en 2017 y, a la fecha, la mayor parte de las iniciativas contenidas en ésta han sido implementadas y cofinanciadas por el sector privado. Esto, sumado a la necesidad de incorporar el aprendizaje institucional generado en cuatro años de intervención y los desafíos que plantea el escenario político, sanitario y tecnológico para Chile, hace necesario reformular esta Hoja de Ruta Inicial, por lo que será uno de los proyectos principales que se llevará a cabo a través de esta cooperación.

“La Cooperación Técnica con el BID es una gran noticia y un tremendo aporte para la profundización del trabajo que ha realizado Chilecreativo, pues le permitirá generar, a través de un diseño colaborativo, una nueva hoja de ruta acorde a las necesidades y oportunidades del ecosistema creativo hoy. Además, esta cooperación permitirá documentar la experiencia del programa como caso de estudio para Latinoamérica, reconociendo de forma implícita esta iniciativa impulsada desde Corfo y abriendo nuevos horizontes al respecto”, asegura Isidora Cabezón, Coordinadora de Economía Creativa de Corfo.

Por otro lado, Felipe Mujica, comentó “esperamos que a partir de esta cooperación técnica podamos actualizar el compromiso del Estado y del sector creativo en el desarrollo de una economía creativa dinámica y relevante para Chile. Abordando nuevos desafíos en materia de contenidos digitales, servicios creativos o sectores que han sido muy golpeados por la pandemia, como la industria del ocio y los espectáculos”, asegura Felipe Mujica, Gerente de Chilecreativo.

El plazo de ejecución será de un año, y los objetivos y resultados esperados están alineados con la Actualización de la Estrategia Institucional del Banco (2020-2023), como es la promoción del uso de herramientas innovadoras (matchfunding), así como el fortalecimiento de la gestión, monitoreo y coordinación interinstitucional del desarrollo de la industria creativa en Chile.